Caminaba errante por una calle desierta.
Únicamente podía escuchar el ruido de sus tacones al contacto con las piedras.
[Clon, clon..]
Con ese maldito ritmo que nunca se desacompasaba.
Ni un solo segundo.
[Clon, clon..]
De repente se giró.
Su cara se volvió frágil y sombría.
Se dio cuenta de que alguien la perseguía.. de que alguien había estado siguiéndola en su caminar errante.
De que ese alguien era su sombra.
Y nunca salió de aquella calle desierta.
Nunca existió aquella calle desierta.
[Clon, clon..]