domingo, 17 de febrero de 2013

Búscome. Búscame. Te voy a buscar.


Por la noche, cuando nadie me ve, escucho canciones que sé que has sentido cerca últimamente.
Siempre me busco en ellas, y no sé si en algún momento llego a encontrarme. –Tampoco creo que alguien entienda esto.– Me busco, pero sólo logro encontrarte a ti. ¿Y tú? ¿Dónde te escondes?
A lo mejor tú me encuentras en alguna de ellas. Quizá sonríes. O cierras los ojos.

Recompongo pedazos de ti entre notas. Yo no puedo saber si tú me buscas. Menos, si me encuentras. Si sonríes, o cierras los ojos. O haces las dos cosas, y el corazón sonríe, también, mientras tu pulmón cicatriza.

Yo no puedo saberlo, si tú no me lo dices.
Tú no me lo dices, quizá, porque no te lo pregunto.
No te lo pregunto, por miedo a que digas que no. O que sí.
Por miedo a que te calles. O a que me sonrías, otra vez, de esa maldita forma que me rompe en mil pedazos y me recompone tres segundos después.





Búscome. Bebe.
http://www.youtube.com/watch?v=8Sb19Pjdt70