domingo, 8 de septiembre de 2013

Rendición.

Supongo que habrá que rendirse al amor,
o al desamor.
Cerrar puertas y ventanas,
o abrirlas
sin llegar nunca a diferenciar si entras,
o sales,
porque ya no hay bisagras.

Supongo que habrá que agachar la cabeza,
hacer enmudecer al corazón.
Y si llega el día en que tú vuelves,
pueda dejar de escribirte canciones
y empezar a pintar sonrisas en cada muro

y te quieros en todos los lugares que visites.

viernes, 28 de junio de 2013

And so it is.

Era de noche.
Conducíamos con rumbo a cualquier faro que diera reflejo a nuestras manos unidas.
Sonreíamos. Sonreías. Porque nadie sonríe como tú cuando cambia de marcha.
No podía apartar mis ojos de ti.
La música sonaba. Y tú me contabas la historia de un músico, una profesora de flauta y su hija. O de una flauta profesora de música que tenía una hija..
Yo qué se. No recuerdo tan bien la historia como tu sonrisa.

http://www.youtube.com/watch?v=5YXVMCHG-Nk

martes, 16 de abril de 2013

Decías.


Tenías turno los martes y los jueves,
limpiando estrellas,
decías.

Que me había convertido en tu palabra preferida,
pero no sabías cómo nombrarme.

Decías que sólo poseías palabras que se escapaban,
y que las veías huir.
Y tú,
mientras,
corrías detrás
pero nunca llegabas a tiempo.

No sonrío bonito, -decías -
sonrío, y ya.
Y no sabías que tu sonrisa
hacía naufragar barcos de papel mercantes de palabras.

Que no tenías hueco en mi historia,
- y yo tiré paredes para ti.

Escondías una sonrisa sin final
detrás de unos ojos
que sólo sabían mirar con tristeza.

Decías que nadie se merecía sufrirte,
y huías "porque era lo mejor",
rehusando el derecho a réplica.
-Nadie te enseñó,
entonces,
que huir sin decir adiós,
es aún peor que irse con un beso en la mejilla.-

Decías, como Guido le dijo a Dora,
que sólo si enloquecieras podrías haberme dicho
que hubieras hecho el amor conmigo,
delante de mi casa,
todos los días, durante el resto de tu vida.

Y aquella otra vez, dijiste:
  
"Sepa usted, allá donde esté,
juega conmigo, empieza mi turno.
Buenas noches."

Y me dejaste buscando estrellas emergentes cada noche de martes y jueves.




domingo, 17 de febrero de 2013

Búscome. Búscame. Te voy a buscar.


Por la noche, cuando nadie me ve, escucho canciones que sé que has sentido cerca últimamente.
Siempre me busco en ellas, y no sé si en algún momento llego a encontrarme. –Tampoco creo que alguien entienda esto.– Me busco, pero sólo logro encontrarte a ti. ¿Y tú? ¿Dónde te escondes?
A lo mejor tú me encuentras en alguna de ellas. Quizá sonríes. O cierras los ojos.

Recompongo pedazos de ti entre notas. Yo no puedo saber si tú me buscas. Menos, si me encuentras. Si sonríes, o cierras los ojos. O haces las dos cosas, y el corazón sonríe, también, mientras tu pulmón cicatriza.

Yo no puedo saberlo, si tú no me lo dices.
Tú no me lo dices, quizá, porque no te lo pregunto.
No te lo pregunto, por miedo a que digas que no. O que sí.
Por miedo a que te calles. O a que me sonrías, otra vez, de esa maldita forma que me rompe en mil pedazos y me recompone tres segundos después.





Búscome. Bebe.
http://www.youtube.com/watch?v=8Sb19Pjdt70

domingo, 20 de enero de 2013

Lo peor.



Lo peor del amor, son las calles vacías y tu olor en cada uno de los perfumes que me cruzo al caminar.
Lo peor del amor, es que ninguna canción se olvida de ti.
Lo peor del amor, es parpadear, y saber cuántos segundos exactos has desperdiciado. – E c h á n d o t e   d e   m e n o s.
Lo peor del amor, es cuando sonríes. Y te vas.

Pero lo peor, del amor, es que creas que se acaba. Porque, no te equivoques, el amor no se acaba, se olvida.