jueves, 29 de marzo de 2012

Huelga.



Estoy en huelga.
Todo mi cuerpo ha ejercido su derecho a huelga.

Mis dedos, por no poder acariciar las vertientes de tu espalda.
Mis pulmones, por el modo en el que tu voz, cuando me susurras al oído, consigue que se contraigan dejándome sin aire.
Mi piel, por los estremecimientos que sufre cuando le hablo de ti.
Mis labios, reprochando no haber sentido el ardor de tus dientes al morderlos suavemente.
Mi corazón, cuando cada tres segundos debe detenerse por la intensidad de este sentimiento.
Mi cuerpo ha ejercido su derecho a huelga. Y yo creo haber entendido por qué..
Aún no ha descubierto a qué sabe el amor en tu piel.

Pero DEShuélgame. Y hazme todo lo que quieras..
Que ni un solo recodo de mi cuerpo quede libre de ti.

lunes, 19 de marzo de 2012

Desconocido.

Me dijeron que caminaba un día de lluvia por nuestra ciudad y nos vio.
A ti te vio en el café de la esquina tras un cortado y un libro de Cortázar.
A mí me vio tratando de encontrar relatos en los reflejos de los charcos.
Creo que en ese momento fue cuando lo decidió. Lo de que tu sonrisa y mi imaginación tuvieran que encontrarse.
Lo sé porque le ví reflejado en uno de mis charcos y, al girarme, corría calle abajo.
Tras una persecución un tanto desastrosa por mi parte, cómo no, le perdí.
Fui preguntando por él a todos los hombres de bigote y sombrero de copa que encontraba en el camino de vuelta a mi charco. Y todos me llevaron al mismo lugar.


Te encontré en un café, entre un cortado y un libro de Cortázar.

Aquel hombre podría haberse llamado Amor, pero nunca le pregunté su nombre.

domingo, 18 de marzo de 2012

Volcán.

Regalarte un volcán para que nos fundamos en él.
Que destaque entre el resto de montañas cuando mires hacia el mar.
Que mi volcán se pierda entre tu lava y mi cráter desnude tu corazón.
Desnude.
Que mi boca muerda tus labios mientras tus manos me desgastan la piel y mis oídos claudican con tu voz.
Acabar rendida ante ti. O contigo.
Tú y yo.
A solas.
Y un volcán.
Un volcán que canta..

lunes, 5 de marzo de 2012

Naufragio.

Desgastas tu ropa de ayer en mis mentiras de hoy. Te abres hueco entre la miseria que sacude esta habitación y aparcas entre mis piernas sin respetar el vado permanente. Tu foto es una canción que sangra entre las notas de mis dedos y traza una línea discontinua entre tu corazón y mis pulmones. Me haces inmune ante tus puntos suspensivos y me vuelves alérgica a todo lo que escapa de ti. Desestabilizas mi equilibrio convirtiéndolo en tu aliento ante mi displicencia. Te embarcas, me navegas, te desconciertas, me naufragas.
Me navegas, me naufragas.
Me..
Me naufragas.