viernes, 28 de junio de 2013

And so it is.

Era de noche.
Conducíamos con rumbo a cualquier faro que diera reflejo a nuestras manos unidas.
Sonreíamos. Sonreías. Porque nadie sonríe como tú cuando cambia de marcha.
No podía apartar mis ojos de ti.
La música sonaba. Y tú me contabas la historia de un músico, una profesora de flauta y su hija. O de una flauta profesora de música que tenía una hija..
Yo qué se. No recuerdo tan bien la historia como tu sonrisa.

http://www.youtube.com/watch?v=5YXVMCHG-Nk